Admito, incluso, que soy la persona más imperfecta de todos los que me rodean. Admito que estoy llena de defectos y de pocas cualidades. Admito que muchas veces soy borde y no me importan los demás. Admito que a veces sólo me gusta estar en silencio pensando, y que no te merecías que te gritara para que te callaras. Admito que me enfado si me interrumpen, pero que interrumpo siempre. Admito que soy cabezota e infantil. Admito que sólo creo lo que quiero. Admito que soy arisca y cortante. Admito que sólo yo quiero tener razón. Admito que nunca te traté como te merecías. Y admito que te quise poco para lo que debía quererte.

No hay comentarios:
Publicar un comentario