Fríos días en los que tú recuerdo habita a mí alrededor. No te puedo sacar de mi cabeza, después de creer haberte olvidado. Extraña incertidumbre. ¿Por qué te estoy recordando tanto ahora, después de tanto tiempo? Te pienso, te recuerdo, te sigo queriendo no puedo negarlo. Durante mucho tiempo tuve la fuerza de no volver a leer tus mensajes, ni de mirar tus fotos, nuestras fotos. Hoy toda esa fuerza desaparece, en un minuto. Leo y vuelvo a leer cada mensaje, miro y estudio cada foto. Horas y horas viajando en los recuerdos y no logro saber por qué no luchamos por nosotros. Y tal vez sea porque no te pudiste tragar tu orgullo, ni por mí, en cambio yo sí, y no una sino muchas, ¿demasiadas?