Te dejo mi sonrisa que
no me gusta pero que no tengo otra,
y que a pesar de eso es una sonrisa
contagiosa que invita a reír
incluso cuando no hay motivos. Te dejo también mi locura,
que de esa tengo bastante y para repartir.
y te dejo algún que otro abrazo,
de esos que nunca vienen mal,
ni para dar ni para recibir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario